El horario ideal de aplicación es por la mañana o por la tarde, cuando el sol no es tan intenso y los estomas (pequeñas aberturas en las hojas de las plantas) están abiertos.
2. ¡Cuidado con la lluvia!
Ideal cuando hay nula o muy baja probabilidad de lluvia, o no tiene planificado riego posterior, para que el producto no se lave o elimine con el agua.
3. Cada etapa cuenta
Aplique durante etapas claves del cultivo, como desarrollo, floración o llenado de frutos. Cada etapa requerirá diferentes elementos, según el cultivo y necesidades nutricionales.
4. ¿Y el suelo?
Cuando la absorción de nutrientes desde el suelo no es la adecuada, como suelos con pH ácidos o alcalinos; escasa o excesiva humedad, o suelos pobres (pocos nutrientes).
5. ¡Ojo al clima!
Si el cultivo sufre estrés climático, como temperaturas extremas, tanto altas como bajas. Evitar aplicaciones cuando el termómetro indique más de 28 °C.
6. ¡Bonus!: ¿sabe qué aplicar?
¡Cultivos bien nutridos dan mejores cosechas! Aplicar un fertilizante foliar de macro y micronutrientes corrige las deficiencias; además, durante el desarrollo vegetativo puede ayudar a las plantas con nitrógeno vía foliar.
Cabe resaltar que los fertilizantes foliares no sustituyen la fertilización al suelo, son un complemento.
Ecuador y Colombia lideran la exportación de flores en la región. (Foto: Freepik)
Aunque se llama de forma distinta en cada país, San Valentín, Día del Cariño o Día de los Enamorados, esta celebración tiene una estrecha relación con el mundo del agro: las flores y las rosas.
Para los productores colombianos esta fecha es importante, porque representa el 15 % de las exportaciones anuales, donde solo Estados Unidos compra el 80 % de la cosecha.
Estos porcentajes son altos si se toma en cuenta que entre enero y octubre de 2023 el país generó US$1,750 millones de ventas en el extranjero.
Colombia exporta en un año unos 5,700 millones de flores, y un 66 % de los cultivos se centra en Cundinamarca, 33 % en Antioquia y el 1 % en diferentes regiones del occidente del país.
El país se ubica en segundo puesto como exportador en el mundo de este cultivo, solo por detrás de Países Bajos. La lista la completan Ecuador, Kenia y Etiopía.
Por su parte, Ecuador, el tercer país que más exporta flores, tan solo un escalón debajo de Colombia, se prepara para una de las temporadas más altas en este sector.
En las provincias de Pichincha, Cotopaxi, Carchi e Imbabura se concentran las plantaciones de rosas.
Por ejemplo, en una finca ubicada en las faldas del volcán Cayambe, los floricultores siembran 4,000 hectáreas de rosas; sin embargo, durante esta temporada atienden la demanda de Estados Unidos, por el Día del Amor y la Amistad.
En las 46 hectáreas empacan hasta 100 mil rosas por día, pero en las últimas semanas de enero el conteo llega a 190 mil al día.
Tanto en Cayambe y Tabacundo, los botones de rosa alcanzan los 6.5 centímetros y los tallos hasta un metro, beneficiados por la ubicación del país respecto a los rayos del sol.
Los procesos en este país son meticulosos, algunos trabajadores cuentan los pétalos abiertos para conocer el estado de maduración de la flor; además, según el requerimiento del cliente, así cortan los tallos.
Tras la cosecha, hidratan los botones y los empacan en cuartos fríos, para luego ser transportadas en cajas.
Los agricultores colombianos y ecuatorianos desempeñan un papel fundamental en la industria global de la floricultura, ofreciendo flores y rosas de alta calidad que deleitan a millones de personas en todo el mundo durante San Valentín.
El fertilizante foliar se utiliza para complementar la fertilización al suelo y en momentos de alta demanda
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Aplicar al cultivo fertilizante foliar en el momento justo maximiza sus beneficios, porque en ocasiones, el clima, el suelo, las raíces, enfermedades y plagas pueden influir negativamente la absorción de nutrientes desde el suelo.
El horario ideal de aplicación es por la mañana, cuando la temperatura no alcanza los 28 °C y no hay probabilidad de lluvia, mientras que su uso debe hacerse durante que la etapa de desarrollo, si observa hojas amarillentas, escasas o crecimiento lento.
Las primeras horas de la mañana son ideales para aplicar el fertilizante foliar. (Foto: Cambiagro)
Durante la etapa de floración hay dos signos, el retraso y la escasa cantidad de flores, mientras que en fructificación, la carencia de nutrientes se puede notar en el desarrollo tardío, la caída prematura de frutos o si estos tienen diferente coloración, centro hueco o están deformes.
Otros signos que debemos tomar en cuenta para saber cuándo tenemos que aplicar el producto son los periodos de rápido crecimiento o llenado de granos, si hay bajas temperaturas, y cuando la planta no es capaz de absorber los elementos del suelo.
Momentos clave del fertilizante foliar
Cada cultivo se maneja de forma diferente, y debe de estar atento a los signos anteriormente mencionados; sin embargo, compilamos los instantes que puede planificar la aplicación de los foliares, según el cultivo y nutrientes.
¿Cuándo aplicar en maíz?
Se puede aplicar desde V8 (cuando se ve el collar de la octava hoja) hasta la floración masculina. Elementos como el nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K) y azufre (S) se aplican en la emergencia de la panoja.
¿En café cuándo se aplica?
El fertilizante foliar se debe aplicar en la etapa de prefloración (si el cultivo está estresado por falta de agua, se realiza al secar la flor).
En posfloración se aplica 45 días después de que la flor se secó. Durante la formación y llenado de fruto se aplica entre los 90 y 105 días después de haberse secado la flor. En maduración, entre 165 y 180 días después de que se secó la flor.
¿Cuál es el momento ideal para frijol?
En el periodo de llenado de granos, las aplicaciones de N, P, K y S aumentan su rendimiento.
¿Cuándo aplicar en cultivos frutales?
La aplicación de P en el periodo de floración o temporada de crecimiento ayuda a aumentar el cuaje, el rendimiento y la calidad de los frutos.
Tres elementos importantes: boro, zinc y nitrógeno
La aplicación de este elemento es importante en la germinación, el crecimiento del tubo polínico y cuajado de especies de árboles frutales.
El zinc es un aliado clave
En cultivos como el aguacate, la capacidad de respuesta es mayor, porque la superficie de las hojas es más receptiva a este elemento.
Aplicación de nitrógeno
En los cítricos, la aplicación es beneficiosa antes y durante la floración y expansión foliar, también llamada desarrollo vegetativo.
¿Cómo aplicar los abonos foliares?
Como todo producto de uso agrícola, debe tomar en cuenta algunos consejos antes de aplicar en su cultivo este tipo de fertilizante, así como conocer el estado del tiempo y programar el riego con anticipación.
Utilice equipo de protección (mascarilla, guantes, botas, lentes, camisa de manga larga y sombrero).
Se aplica de abajo hacia arriba, hasta cubrir con el producto completamente la planta.
Si el abono es orgánico, no moje las hojas antes de su aplicación, para que tenga mejor absorción.
Aplique de mañana, abajo de los 28 °C y con probabilidad de lluvia baja, para que el producto no se lave.
Después de fertilizar y si tiene regado por aspersor, espere unas horas para usarlo, para no lavar el producto.
La aplicación de fertilizantes foliares es una práctica agrícola que requiere cuidadosa consideración y planificación. Identificar el momento adecuado para aplicar estos nutrientes es importante para garantizar una nutrición óptima.
Al comprender los factores que influyen en la absorción de nutrientes se pueden tomar decisiones sobre cuándo y cómo aplicar los productos efectivamente. Es importante recordar que esto no sustituye a la fertilización del suelo, sino que la complementa.
Al seguir las recomendaciones específicas para cada cultivo y considerar las condiciones ambientales y el estado de los cultivos, los agricultores pueden aprovechar al máximo los beneficios de los fertilizantes foliares.
Los 5 cultivos de Guatemala con más potencial en 2024
Los productores pueden voltear la mirada a los 5 cultivos de Guatemala con más potencial este año, como el aguacate, el mango, las berries, los vegetales y los cítricos
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Guatemala posee una riqueza natural inigualable, y prueba de ello es el interés creciente de nuevos mercados internacionales que fijan sus ojos en el país.
Además de los cultivos tradicionales, aquí abordaremos otros que muestran alta demanda fuera de las tierras chapinas. A continuación le presentamos 5 cultivos con más potencial en Guatemala durante 2024.
El aguacate es uno de los cultivos de Guatemala con más potencial.
Actualmente, el país ocupa el puesto 14 de 37 países con más producción del fruto, y produce 136 mil toneladas al año (como referencia, México, el principal productor, fija la cifra en 2,442 millones de toneladas), por lo que el potencial esperado de este cultivo es alto.
El país tiene al menos 165 productores de mango. (Foto: Sala de Prensa, Gobierno de Guatemala)
Mango: exportaciones al alza
Su dulzura y calidad destacan en esta fruta. Las exportaciones de mango crecieron un 16 %, en una comparación entre los primeros semestres de 2022 y 2023. Estados Unidos representa el 90 % de su destino, la lista la completan Centroamérica, Europa y Chile.
La ventana de cosecha previa, de entre 3 y 5 semanas a la producción más fuerte de México, es una de las claves. Además, el suelo y clima son dos de las cosas que juegan a favor del país. Actualmente, Guatemala tiene al menos 165 productores y 6 empacadoras.
Las berries comprenden moras, arándanos, frambuesas y fresas.
Las berries se exportan durante todo el año, y las temporadas principales son entre febrero y abril y de julio a septiembre. Los principales mercados son Estados Unidos, con un 82 % de la demanda; Europa, con 15 %, y Centroamérica, con 3 %. Actualmente, hay al menos 600 productores y 8,000 personas que integran la cadena.
El 85 % de la producción nacional se localiza en tres departamentos.
Arveja y vegetales: potencial por descubrir
En este grupo destacan los cultivos de arveja china, arveja dulce, ejote francés, minizanahorias y minizucchinis. El 85 % de la producción nacional de arveja, ejote y minivegetales se localiza en Chimaltenango, Sacatepéquez y Sololá.
Se estima que actualmente se cultivan unas 11 mil hectáreas. En conjunto, estos cultivos representan un gran potencial de crecimiento en los próximos años.
En Guatemala se cultivan las variedades Persa, criollo y Meyer.
Cítricos: limas y limones para exportación
La producción de limas y limones se ubica, principalmente, en la Costa Sur y el Nororiente del país. Se cultivan en las variedades Persa, criollo y Meyer, aunque la primera es la que predomina por tener más demanda en el mercado internacional.
Estados Unidos, con un 70 %; la Unión Europea, con el 20 %, y Centroamérica, con 5 %, son los principales destinos. El cultivo genera trabajo a 5,000 personas que integran la cadena productiva. El país también exporta limón deshidratado a Estados Unidos y Medio Oriente.
Cultivos de Guatemala en cifras
Los principales cultivos exportados de Guatemala son el cardamomo, el banano, el café, el aceite de palma africana, el azúcar, las frutas, las legumbres y las hortalizas.
En tanto, los cultivos con mayor producción son la caña azucarera, el banano, la palma africana, el maíz y los melones, mientras que los de mayor superficie cosechada son el maíz, el café, los frijoles, la caña y la palma.
Guatemala tiene alto potencial en agricultura este 2024. (Foto: Sala de Prensa, Gobierno de Guatemala)
El país posee 7.3 millones de hectáreas para uso de la agricultura (un 67.5 % del territorio nacional). El 12 % está dedicada a cultivos anuales, como maíz, frijol, arroz y hortalizas, entre otros), mientras que el 14 % a cultivos perennes, como el café, la caña de azúcar, hule, palma africana y cardamomo, entre otros).
Guatemala posee un potencial agrícola significativo, respaldado por una variedad de cultivos que destacan tanto a nivel nacional como internacional. La clave para aprovechar plenamente este potencial radica en el enfoque estratégico, la inversión en tecnologías agrícolas sostenibles y el apoyo continuo a los agricultores locales.
Para Juan Pablo D’Amico, investigador en mecanización agraria e ingeniería rural del INTA, Hilario Ascasubi, Buenos Aires, estos ensayos tienen una importancia clave.
“En Argentina, varios cultivos se realizan con técnicas conservacionistas, como siembra directa o labranza cero; sin embargo, en hortalizas aún no se implementa”, explicó.
Añadió que las hortalizas requieren una alta proporción de labranza y ejecución de trabajos manuales complementarios.
Buenos resultados
D’Amico explicó que con labranza cero y fertirriego, la calabaza (zapallo, en Argentina) tuvo un rendimiento de 51,000 kg/ha, duplicando los mejores niveles del área y siendo cuatro veces superior al promedio.
Además, el cultivo solo demando 35 % de las labores, el 25 % del aporte de agua de riego, el 80 % del gasto en combustibles y el 85 % de mano de obra.
En cuanto al ajo, otro de los cultivos evaluados, se obtuvo un rendimiento de 8,800 kg/ha. “Las diferencias favorables a la labranza cero fueron una reducción en la cantidad de labores en etapa de preparación del suelo y menor cantidad de intervenciones de control de malezas”, explicó D’Amico.
Beneficios de esta técnica
Sin duda, la labranza cero ofrece beneficios, como la cobertura que ofrecen restos de cosechas anteriores para prevenir la erosión del suelo y mejorar la absorción de agua, así como reducir las horas de trabajo y los costos, sin dejar de lado el incremento de los rendimientos.
La cobertura vegetal tiene una gran incidencia sobre la economía del agua al reducir las pérdidas por evaporación y eficentar su uso.
“Esta técnica es multidimensional, porque se puede desarrollar a diversas escalas. Estos resultados evidencian el potencial productivo que las hortalizas pueden alcanzar”, aseguró el investigador.
Claves de la labranza cero
D’Amico también ofreció tips a tener en cuenta a la hora de implementar la técnica de labranza cero en los cultivos, en especial hortalizas:
Adecuar la rotación en función de los ciclos productivos: calidad y cantidad de cobertura vegetal debe ser compatible con la siembra del cultivo siguiente.
Hacer un adecuado control de malezas para que estas no produzcan semillas ni logren un desarrollo importante.
Prevenir la compactación de suelo y evitar la formación de irregularidades del relieve.
Evitar quemas y realizar una adecuada gestión de los residuos de cosecha y poscosecha.
Por último, el investigador resaltó la importancia de sembrar cultivos de cobertura después de la cosecha de plantas que dejen poco rastrojo, para de esta forma lograr una anticipada competencia de malezas y buenos volúmenes de cobertura vegetal.
Científicos del Istituto Italiando di Tecnologia (IIT), en Génova, Italia, en colaboración con el Instituto Leibniz de Nuevos Materiales (INM), de Saarbrücken, Alemania, crearon una semilla artificial fluorescente para monitorear suelos.
El robot blando no impacta el medioambiente, está fabricado en material biocompatible y compostable con tecnologías de impresión 3D.
El Acer i-Seed está inspirado en las semillas del arce (Acer campestre), un árbol originario de Europa, puede controlar la temperatura del suelo volviéndose luminiscente y ser distribuido en grandes áreas por medio de drones.
El estudio fue liderado por Barbara Mazzolai, y fue publicado en la revista Science Advances.
Inspirada en la naturaleza
El Acer i-Seed recrea el comportamiento aerodinámico de la semilla del árbol. Cuando maduran son dispersadas a largas distancias por el viento, gracias a su “ala” que les permite girar como la hélice de un helicóptero.
Los investigadores desarrollaron un material biocompatible y compostable a base de ácido poliláctico con partículas de lantánidos fluorescentes, no tóxicas y sensibles a la temperatura.
“Este estudio demuestra que imitar a los seres vivos en las tecnologías robóticas es clave para obtener innovación con bajo impacto ambiental en términos de energía y contaminación”, expresó Mazzolai en una entrevista con IIT.
El robot blando está hecho de material compostable. (Foto: ITT)
Drones para dispersarlos
Las semillas pueden ser implementadas por drones equipados con fLiDAR (detección y rango de luz fluorescente), para ser monitoreadas remotamente.
“Al trasladar la detección al material se eliminan las fuentes de energía y la electrónica, para hacer una semilla ecológica y robusta”, explicó Tobias Kraus, del INM.
Por el momento, la investigación se centró en la detección térmica en los suelos; sin embargo, los científicos consideran incorporar partículas fluorescentes a la humedad, el CO2 y otros contaminantes.
El grupo de investigadores trabaja en el campo de la robótica blanda bioinspirada, y ha imitado las estrategias de crecimiento y movimiento de raíces, plantas trepadoras y semillas de Gereniaceae. El actual estudio contó con fondos de la Unión Europea.
El hongo penetra y permanece en los cultivos. (Foto: Universidad Nacional de La Plata)
El maíz y la soya son dos de los cultivos más importantes de Latinoamérica y el mundo, por eso es importante celebrar cada avance que la ciencia tiene para implementar en un futuro cercano.
Ubicado en la División Micología de la Universidad Nacional de La Plata, este equipo de investigación trabaja con hongos entomopatógenos, específicamente diseñados para combatir plagas sin dañar el ambiente ni la salud humana.
El Dr. Sebastián Pelizza, director del instituto, destaca el enfoque pionero en un bioinsecticida basado en hongos entomopatógenos nativos, capaces de actuar endofíticamente, o sea, que penetra y permanece en los cultivos.
La transición de laboratorio a campo implica un proceso meticuloso. Se requieren fermentadores industriales, donde el bioinsecticida puede aplicarse con las mismas herramientas que los insecticidas químicos convencionales, facilitando su adopción por parte de los agricultores.
Pruebas rigurosas
“Este bioinsecticida ha sido sometido a rigurosos ensayos de laboratorio y a pequeñas pruebas de campo en cultivos de soja y maíz”, explicó el científico.
Los resultados destacan la capacidad de estos hongos endófitos para mejorar la salud vegetal al repeler eficazmente las plagas. Además, se observa un aumento significativo en el rendimiento de los cultivos, medido en kilogramos por hectárea.
El equipo lo lidera el doctor Pelizza. (Fotos: Universidad Nacional de La Plata)
El Dr. Pelizza subraya el doble beneficio de esta tecnología. Por un lado, la repelencia a las plagas mejora la sanidad de los cultivos, y por otro lado, los microorganismos presentes facilitan la absorción eficiente de nutrientes del suelo, promoviendo el desarrollo de las plantas. Estos microorganismos también sintetizan fitohormonas que benefician el crecimiento de las plantas.
El éxito de esta investigación ha llevado al equipo del Spegazzini a ser seleccionado entre más de 80 proyectos para recibir financiamiento de una empresa que respalda proyectos de investigación.
La Universidad Nacional de la Plata, a través de su incubadora de ideas MINERVA, ha desempeñado un papel crucial al impulsar la transición de este proyecto desde el ámbito científico y académico.
Este hito representa un paso significativo hacia una agricultura más sostenible y tecnológicamente avanzada.
El hongo beneficia cultivos en sequía. (Foto: Vida Universitaria UANL)
¿Se imagina plantas más resistentes, saludables y productivas en zonas áridas? Esto es posible gracias al uso de la biotecnología y a un equipo de investigación mexicano.
Una investigación desarrollada por científicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), liderados por la doctora Elva Aréchiga, obtuvo por medio de biotecnología un cepario de hongo que ayuda a absorber nutrientes a las plantas cuando tienen déficit hídrico (poca agua).
Al inicio del estudio, los científicos recopilaron muestras de suelo de zonas desérticas de Mina, en Nuevo León, México, promovidos por una idea: ¿Cómo sobreviven con poca agua ciertas plantas en esas regiones?
De vuelta en el laboratorio, el equipo analizó las muestras y obtuvo un cepario de hongo a nivel biotecnológico llamado Trichoderma.
Este hongo puede asociarse a las raíces de las plantas y las ayuda a absorber nutrientes en condiciones de poca o nada de agua.
Aréchiga indicó al periódico de la UANL, que buscaron que los trichodermas debían ser resistentes a la sequía y al pH alcalino.
Pruebas de campo
“Sembramos sorgo con poca agua. Unas plantas tenían el hongo y las otras no. Como resultado, las plantas con Trichoderma crecieron y fueron 20 % más productivas”, afirmó la científica.
Asimismo, añadió que por ahora los cultivos necesitan agua; sin embargo, el uso del Trichoderma los hace más tolerantes a la sequía. “El propósito es que la gente local aproveche esta propuesta biotecnológica”, puntualizó la líder de la investigación.
Recibe premio
La doctora Elva Teresa Aréchiga es integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt). Además, este año recibió el Premio de Investigación UANL 2023, por su estudio.
Aréchiga desarrolló la investigación en la UANL. (Foto: Vida Universitaria UANL)
Fuente: Periódico Vida Universitaria, Universidad Autónoma de Nuevo León.
El aguacate de Guatemala se exporta a ocho países actualmente. (Foto: Freepik)
El aguacate es, sin duda alguna, una de las frutas más apreciadas en el mundo, y uno de los cultivos con mayor potencial de producción y exportación en Guatemala.
El oro verde, como también se le conoce, sitúa en el tercer puesto de los productos de exportación con mayor crecimiento en el país, y genera aproximadamente 13 mil empleos, según el Gobierno.
Actualmente, la producción nacional podría abrirse paso a la exportación hacia la India, con un mercado potencial de 1,400 millones de personas. Además, los productores son optimistas y esperan la noticia de que Estados Unidos abra su mercado al producto chapín.
Estos y más datos destacaron durante el foro Oportunidades comerciales para el aguacate guatemalteco, preparado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras entidades locales.
En su discurso, la ministra de Economía, Luz Pérez, indicó que se debe de aprovechar el potencial del país para la inversión y exportaciones.
“Guatemala es una zona estratégica. La posición geográfica es privilegiada y nos permite alcanzar diversos mercados”, afirmó Pérez, y continuó: “Una de las cadenas de valor que el ministerio apoya es la del aguacate, porque se cultiva en casi todo el país”.
Guatemala ocupa el puesto 14 de 37 países a nivel mundial que más producen aguacate, con 136 mil toneladas al año. El primero de la lista es México (2,442 millones de toneladas) y el segundo es Colombia (979 mil toneladas).
Hasta agosto de este año, el país suma US$5.31 millones en exportación de la fruta, cuyos destinos son Holanda, Inglaterra, España, Canadá, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá.
Enorme potencial guatemalteco
En el país se cultivan 13 mil hectáreas de aguacate, pese a que su potencial para cultivar son 343 mil hectáreas.
El 61.4 % del cultivo de la fruta se encuentra dividido entre los departamentos de Quiché, San Marcos, Sololá, Totonicapán, Chimaltenango, Huehuetenango y Guatemala.
Por el momento, los productores esperan que las buenas noticias desde Estados Unidos e India lleguen y exportar así el producto nacional a estos nuevos mercados.
Fuentes: Sala de Prensa del Gobierno de Guatemala / World of Statistics
hands holding and cutting grape from the plant. Woman with glove, straw hat harvesting black grapes at vineyard. Farmer holding pruning shears and picking grape.
Los residuos de uva son eficaces para controlar nemátodos. (Foto: Freepik)
Las investigaciones alrededor del mundo continúan dando resultados positivos en la agricultura y tecnología agrícola, y en esta ocasión, las buenas noticias llegan desde España.
Este biopesticida se obtiene luego de procesar a altas temperaturas los residuos de las uvas que sirvieron para fabricar vino. Después de esparcirlo en la tierra, los huevos de nemátodo se redujeron significativamente en plantas de tomate.
El equipo está conformado por los profesores Óscar Gómez y Carolina Escobar, de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM); científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, y del Instituto de Ciencias Agrarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Para Carolina Escobar, este avance reduce el problema de la gestión de residuos. “Este producto es eficaz para el control de los nemátodos formadores de agallas”, aseguró la profesora.
Para crear el bioinsecticida, los profesores pirolizaron (descomposición de los residuos a altas temperaturas) el orujo de uva a temperaturas de entre 350 °C y 700 °C.
Los nemátodos son micoorganismos en forma de gusanos. En promedio miden 1 mm de longitud y de entre 15 a 35 micrómetros de ancho. Se conocen unas 6,000 especies hasta el momento.
Este estudio se concentró el los huevos del nemátodo Meloidogyne javanica, formador de agallas en el cultivo de tomate.
“Este patógeno de plantas es difícil de manejar, produce grandes pérdidas en las hortalizas, frutales y vides, entre otros”, añadió la investigadora, al tiempo que expresó que la investigación contribuye al desarrollo de la agricultura sostenible.