La fertilización nitrogenada es uno de los retos que el agricultor debe superar durante el desarrollo del cultivo.
El potasio juega un papel fundamental en la estructura de la planta, porque ayuda a conservar en óptimas condiciones la estructura que sostiene (el tallo).
El requerimiento del fósforo (P) en el cultivo de maíz no es tan elevado como los otros dos macroelementos: el potasio (K) y nitrógeno (N).
Los bioestimulantes son sustancias que le otorgan a la planta condiciones especiales para mejorar los procesos fisiológicos y recuperarse de situaciones de estrés, biótico o abiótico.
En el manejo del maíz, se recomienda que el agricultor tenga la asesoría de un ingeniero agrónomo para que sea él quien tome las decisiones del momento de aplicación de los agroquímicos.
El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) es una de las plagas que más daños económicos causa a los agricultores en el cultivo de maíz.
La última etapa reproductiva del maíz se conoce como R6, madurez fisiológica o punto negro. Esta es la cicatrización de la estructura que unía el grano con el olote o tusa. Este es el único momento en el que se recomiendan tres prácticas de manejo agronómico (para productores pequeños de Latinoamérica): La dobla, el capado y la tumba.
La mancha de asfalto es una enfermedad que afecta al maíz, causada por el ataque de un complejo de hongos Phyllacora maydis, Monographella maydis y Coniothyrium phyllacorae.
Este complejo es causado por el vector Dalbulus maidis, también conocido como chicharrita del maíz. El insecto tiene la capacidad de transmitir Mollicutes, como Spiroplasma y Fitoplasma, causantes de la enfermedad.
Al sembrar se debe de tomar en cuenta factores que, en gran medida, determinan el éxito de una cosecha abundante.
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