La papa es, sin duda, uno de los cultivos más importantes en el mundo. Actualmente, es consumido como alimento básico por al menos 1.4 mil millones de personas.
En la actualidad hay más de 4,000 variedades comestibles, y son conocidas de forma colectiva como Solanum tuberosum (también Solanum sp.).
El cultivo es anual, es decir, que su periodo vegetativo es menor a 12 meses, y para cosecharlo requiere de una nueva siembra. La planta crece hasta un metro de altura, sus hojas fabrican almidón y lo transfieren a los estolones, donde se forman los tubérculos, cuya madurez depende de la humedad y la nutrición.
La planta refleja por medio de sus hojas, tallo y tubérculos cuando tiene escasa disponibilidad de uno o varios nutrientes. A continuación encontrará una tabla en la que se abordan los síntomas que causan las deficiencias de elementos específicos, qué empeora estos síntomas, así como el beneficio que aporta cada uno de los nutrientes.
Síntomas
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Que aporta
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La planta refleja por medio de sus hojas, tallo y tubérculos cuando tiene escasa disponibilidad de uno o varios nutrientes. A continuación encontrará una tabla en la que se abordan los síntomas que causan las deficiencias de elementos específicos, qué empeora estos síntomas, así como el beneficio que aporta cada uno de los nutrientes.
La fertilización busca aportar los nutrientes que no son absorbidos o no están disponibles en el suelo. Antes de aplicar un programa de fertilización es necesario basarnos en el análisis de suelo y el apoyo de los técnicos de campo.
Una planta bien nutrida ofrece mejor rendimiento del cultivo y calidad de tubérculo; además, la incidencia de una correcta nutrición va ligada a propósitos, como:
La fertilización del cultivo puede variar, dependiendo de factores, como el tipo de suelo, clima, etapa fenológica, variedad y destino del tubérculo, entre otros; sin embargo, se recomienda aplicar de la siguiente forma los macroelementos y el azufre (S):
Nitrógeno: se aplica de forma fraccionada, un 50 % al sembrar y el restante antes de los 60 días, cuando la planta tiene de entre 15 a 20 cm de altura.
Fósforo: se recomienda realizar una aplicación del 100 % al momento de la siembra para favorecer el crecimiento de las raíces.
Potasio y azufre: se deben aplicar en dos ocasiones, al momento de la siembra y a los 45 o 60 días después de la siembra.
En conclusión, las deficiencias nutricionales en el cultivo de papa son un desafío significativo que afecta la producción y calidad de los tubérculos. Identificar los síntomas de cada deficiencia es importante para implementar soluciones precisas. La correcta fertilización es clave para mejorar el rendimiento y evitar pérdidas. Al mantener un balance nutricional adecuado, se puede potenciar la salud de los cultivos y garantizar una buena cosecha.