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El sistema de riego necesita inspecciones visuales periódicas para corregir inconvenientes que puedan surgir.
Para minimizar problemas que afecten la operación de su sistema de riego, se recomienda que verifique periódicamente el estado de la estructura.
Lo más importante es asesorarse con los expertos que la marca provee, para dar seguimiento al cronograma de horas de uso.
Para que el equipo funcione de forma óptima, es necesario realizar acciones correctivas. Para esto debe tener presentes dos aspectos, la presión del equipo y el caudal de los emisores.
Cintas y mangueras de goteo, microaspersores, aspersores, cañones y carretas de riego, entre otros, funcionan con una medida de presión óptima. Para conocerla, se utiliza el manómetro. Estos dispositivos están ubicados en los nodos, donde están las válvulas, o bien, en las casetas de las bombas.
A veces, el factor tiempo evita que se realice esta medición. No es necesario esperar a que un recipiente se llene para hacer la evaluación. Para agilizarlo, se necesita de un cronómetro, incluso, puede ser el que tiene el teléfono celular.
Debe tomar en cuenta que los emisores de riego se verán afectados por tres factores: taponamiento físico; por bacterias y algas, y químicos.
Si no se usa equipo de filtración adecuado, el agua podría llevar bloqueos a los emisores.
Se realiza una operación de descole, que consiste en abrir el final del sistema de riego y esperar que el agua arrastre la suciedad. Evite hacerlo con más de 5 líneas abiertas al mismo tiempo, para evitar pérdidas bruscas de presión.
Tanto las bacterias como las algas son comunes en el agua y, por lo tanto, el interior de los sistemas de riego no es libre de albergarlas.
Puede hacer una limpieza de tipo químico con elementos como el agua oxigenada o cloro (Cl), que son agentes oxidantes que eliminan la materia orgánica.
Estos se deben a elementos, como el hierro (Fe) o carbonatos, contenidos dentro del agua.
En el agua puede haber elementos ferrosos, producto de la calidad del líquido en el que el hierro (Fe) es relevante. Si este no es oxidado con anticipación, no será eliminado y se precipitará en los goteros.
Tras realizar la inspección, en la superficie del gotero se desarrolla una capa blanca (carbonatos precipitados). Si no tiene ácido disponible, puede aplicar jugo de limón sobre la costra. Si hay efervescencia (dióxido de carbono, como reacción entre los carbonatos y el ácido), hay carbonato.
Debe realizar aplicaciones de ácido de forma permanente. Recuerde asesorarse con un experto para que le dé el tratamiento adecuado.
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