1. Monitoreo constante: detectar temprano la presencia de cochinillas y hormigas permite controlar la infestación antes de que cause daños severos en el cafetal.
2. Control biológico: utilizar depredadores naturales, como Cryptolaemus montrouzieri, reduce la población de cochinillas sin afectar el medio ambiente ni la salud del cultivo.
3. Poda y limpieza: retirar partes infestadas del cafeto evita la propagación de las cochinillas y mejora la ventilación de la planta.
4. Control de hormigas: aplicar cebos o trampas para hormigas reduce su población, interrumpiendo su protección a las cochinillas.
5. Uso de aceites minerales: estos productos sofocan a las cochinillas, bloqueando su capacidad de respirar y reduciendo su población significativamente.
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