Las plagas son organismos que infestan los cultivos de maíz, causando daño físico a las plantas o transmitiendo enfermedades
Las plagas afectan al maíz (Zea mays) en cualquier etapa de su desarrollo, desde la germinación hasta la cosecha, y el manejo efectivo de estas es clave para asegurar la sostenibilidad y rentabilidad del cultivo.
Cada temporada, el cultivo enfrenta retos, siendo las plagas uno de los más significativos. Estas afectan la productividad, la calidad del cultivo y pueden tener un impacto devastador en la economía agrícola.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las pérdidas en la producción agrícola llegan hasta un 40 %.
Las plagas del maíz pueden clasificarse según su ubicación y método de alimentación. Cada tipo requiere estrategias de manejo específicas para controlarlas eficazmente.
A continuación, describimos los principales tipos de plagas que afectan al maíz.
Plagas del suelo
Estas afectan principalmente las raíces del maíz y pueden causar daños desde la germinación hasta la etapa de crecimiento temprano de la planta.
Aquí podemos mencionar el gusano de alambre (Agriotes spp.) y la gallina ciega o gusano blanco (Phyllophaga spp.).
Plagas de la parte aérea y hojas
Se alimentan de las hojas y tallos del maíz, reduciendo la capacidad fotosintética de la planta y, por tanto, su crecimiento y producción.
Se destacan el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y el pulgón del maíz (Rhopalosiphum maidis).
Plagas que viven en el interior de la planta
Estos insectos penetran y viven dentro de los tejidos de la planta, lo que hace difícil detectarlos y controlarlos antes de que causen daños significativos.
Podrían mencionarse el barrenador del tallo (Diatraea grandiosella) y el barrenador europeo del maíz (Ostrinia nubilalis).
Aves y roedores
Regularmente, estos animales son más grandes que los insectos, y causan daños significativos al alimentarse de las semillas y plantas jóvenes de maíz.
Aquí pueden encontrarse aves (de varias especies) y ratones de campo (también de varias especies).
Plagas, daños y nombre científico según su tipo
Nombre de la plaga | Tipo de plaga | Nombre científico | Daño | |
---|---|---|---|---|
Gusano de alambre | Plagas del suelo | Agriotes spp. | Daños a raíces, marchitamiento de plantas jóvenes | |
Gusano blanco | Plagas del suelo | Phyllophaga spp. | Daños severos a raíces | |
Gusano cogollero | Plagas de la parte aérea | Spodoptera frugiperda | Destrucción de tejido foliar y cogollos | |
Pulgón del maíz | Plagas de la parte aérea | Rhopalosiphum maidis | Extracción de savia, secreción de melaza | |
Chicharrita del maíz | Plagas de la parte aérea | Dalbulus maidis | Transmisión de enfermedades fitopatógenas, daño por alimentación directa | |
Barrenador del tallo del maíz | Plagas internas | Diatraea grandiosella | Perforación de tallos, disminución de estabilidad | |
Barrenador europeo del maíz | Plagas internas | Ostrinia nubilalis | Daño interno en el tallo, rotura de la planta | |
Aves diversas | Aves y roedores | Varias especies | Consumo de semillas y plantas jóvenes | |
Ratones de campo | Aves y roedores | Apodemus sylvaticus y otros | Daño a semillas y raíces jóvenes |
La selección adecuada de estrategias de prevención y control no solo minimiza las pérdidas económicas, sino que también contribuye a la conservación del ambiente y a la salud pública al reducir la necesidad de controles agresivos.
Los insectos varían dependiendo de la región geográfica y las condiciones ambientales. Sin embargo, ciertos insectos tienen una prevalencia y un impacto significativo en nuestra región.
Entre las principales plagas del maíz están el gusano cogollero, la chicharrita del maíz, el gusano de alambre y el pulgón del maíz.
El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) es considerado uno de los insectos más dañinos para el maíz en América Latina y otras regiones. Este lepidóptero puede causar pérdidas severas en cortos períodos si no se controla eficientemente.
Además, la resistencia a varios insecticidas ha hecho que su control sea particularmente desafiante.
La chicharrita (Dalbulus maidis), también conocida como saltahojas o cigarrita del maíz, provoca daño directo al cultivo al alimentarse de la savia; además, es vector de enfermedades virales y micoplasmas, como la enfermedad de la hoja blanca del maíz o el achaparramiento.
El control de esta plaga es complicado debido a su rápida reproducción y capacidad de dispersión. Investigaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) destacan que el manejo integrado es vital para minimizar su impacto.
Las larvas de esta plaga, cuyo nombre científico es Agriotes spp., atacan las raíces del maíz, lo que puede retrasar el desarrollo de las plantas o incluso matarlas.
La rotación de cultivos y el uso de plantas trampa son algunas de las estrategias recomendadas para el control del gusano de alambre.
Los pulgones o áfidos (Rhopalosiphum maidis) pueden ser menos destructivos que otras plagas, pero su población puede crecer rápidamente, quitar vigor al maíz y reducir su rendimiento.
La Universidad de Minnesota indica que migran en épocas cercanas a verano, colonizando principalmente cereales y gramíneas, y en menor medida, maíz.
Recomiendan el monitoreo regular de los campos y el uso de umbrales de acción para decidir el tratamiento.
El uso de insecticidas en el cultivo de maíz sigue siendo una herramienta fundamental para combatir las plagas que amenazan la producción.
Por lo tanto, la elección de un insecticida para maíz efectivo requiere un conocimiento profundo de las opciones disponibles, su modo de acción y las mejores prácticas de aplicación.
Escoger el agroquímico ideal depende de varios factores, incluyendo el tipo de plaga objetivo, el tiempo de aplicación y la resistencia de las plagas.
Por ejemplo, los neonicotinoides son comúnmente usados para tratar semillas de maíz y proporcionan protección contra una variedad de plagas iniciales.
A los neonecotinoides utilizados en el cultivo de maíz también se suman los piretroides, organofosforados, carbamatos y productos biológicos.
El manejo efectivo de las plagas requiere insecticidas eficaces y estrategias que minimicen el impacto ambiental. El desarrollo de planes de manejo integrado de plagas (MIP) y el uso de técnicas de control biológico se están volviendo cada vez más importantes.
Asimismo, es importante que los agricultores consideren los programas de rotación de insecticidas para evitar el desarrollo de resistencia en las poblaciones de plagas.
Además, la elección de un insecticida siempre debe ir acompañada de un manejo integrado de plagas para maximizar la eficacia y minimizar los impactos ambientales.
El manejo efectivo de las plagas del maíz es fundamental para asegurar la salud y la productividad del cultivo.
A través de la identificación de las plagas, como el gusano cogollero, la chicharrita del maíz, el gusano de alambre y el pulgón del maíz, los agricultores pueden adoptar estrategias integradas de control que combinan métodos biológicos, químicos y culturales.
La selección cuidadosa de insecticidas, la adopción de prácticas de cultivo sostenibles y la utilización de tecnologías avanzadas son esenciales para mitigar el impacto de las plagas y mejorar la sostenibilidad de la producción de maíz.
La correcta información y actualización sobre las técnicas más recientes y efectivas de manejo de plagas es vital para tomar decisiones informadas.
Las plagas más comunes del maíz incluyen el gusano cogollero, la chicharrita del maíz, el gusano de alambre y el pulgón del maíz, entre otros. Cada una de estas plagas puede causar daños significativos a los cultivos, afectando el rendimiento y la calidad del maíz.
Las principales plagas del maíz, como el gusano cogollero y la chicharrita, pueden reducir drásticamente los rendimientos al destruir tejido vegetal y transmitir enfermedades, lo que puede llevar a pérdidas económicas significativas para los agricultores.
El control del gusano cogollero se puede realizar mediante el uso de insecticidas específicos, cultivos resistentes y prácticas de manejo integrado de plagas, incluyendo rotaciones de cultivos y control biológico.
Es crucial controlar la chicharrita del maíz porque es un vector de enfermedades virales y micoplasmáticas que pueden devastar los cultivos de maíz, disminuyendo significativamente la producción y calidad del grano.
Las estrategias efectivas contra el gusano de alambre incluyen la rotación de cultivos con especies no hospedantes, el uso de insecticidas aplicados al suelo y técnicas de biocontrol como la introducción de nematodos beneficiosos.
Para controlar el pulgón del maíz, se recomienda el uso de insecticidas selectivos, el fomento de enemigos naturales como las mariquitas, y el monitoreo constante del cultivo para detectar tempranamente las infestaciones.
Seleccionar el insecticida correcto implica evaluar la plaga objetivo, el tiempo de aplicación y considerar la resistencia previa. Es vital optar por productos que sean eficaces y posean un perfil ambiental seguro, preferiblemente integrándolos en un programa de manejo integrado de plagas.
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