1. Rotar cultivos
Al alternar el maíz con otros cultivos no hospedantes, se interrumpe el ciclo de vida de Dalbulus maidis y se reduce la incidencia de la enfermedad transmitidas por este insecto.
2. Tratador de semillas
Los insecticidas aplicados a las semillas proporcionan una defensa temprana contra las plagas, reduciendo el riesgo de transmisión de patógenos que causan el achaparramiento.
3. Control de malezas
Las malezas pueden servir como refugio y fuente de alimento para estas plagas, por lo que mantener el campo libre de malezas reduce significativamente la posibilidad de infestación.
4. Manejo de residuos
La eliminación rápida de los residuos ayuda a eliminar los lugares de reproducción y refugio de la plaga. Prácticas como el arado o la incorporación de restos de cultivos en el suelo son efectivas.
5. Uso de trampas
Las trampas adhesivas o con feromonas pueden capturar a los adultos, permitiendo una detección temprana y, al mismo tiempo, la reducción de la población de la plaga.
6. ¡Bonus! Aplicación foliar
Los insecticidas de síntesis química y biológicos se deben de aplican de forma preventiva en el cultivo de maíz para mantener bajas las poblaciones de vectores.
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