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Cómo aplicar urea al maíz para mejorar el rendimiento

Saber cómo aplicar urea al maíz es clave para mejorar el rendimiento del cultivo y aprovechar al máximo los nutrientes disponibles en el suelo. La correcta dosificación, el momento oportuno y el método de aplicación adecuado pueden marcar la diferencia entre un cultivo eficiente y uno con bajo aprovechamiento del nitrógeno.

septiembre 17, 2025
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(Foto: Shutterstock)

El uso de urea en la fertilización del maíz (Zea mays) representa una de las estrategias más eficaces para asegurar un adecuado desarrollo del cultivo, mejorar la eficiencia del uso del nitrógeno y alcanzar rendimientos altos de grano.

Su aplicación correcta varía en función del tipo de material genético utilizado —ya sea criollo, nativo o híbrido—, las condiciones edafoclimáticas, y el manejo general del sistema de producción.

A continuación encontrará cómo aplicar urea al maíz considerando las etapas fenológicas, el método de aplicación y los factores agronómicos clave para maximizar los beneficios del fertilizante.

La importancia del nitrógeno

El nitrógeno (N) es el nutriente más demandado por el maíz.

Participa activamente en la síntesis de clorofila, proteínas, ácidos nucleicos y enzimas.

Sin un suministro adecuado, el cultivo presenta síntomas como clorosis en hojas basales, reducción del crecimiento vegetativo, menor número de granos por mazorca y, en consecuencia, una caída en el rendimiento.

(Foto: Shutterstock)

La urea (CO(NH₂)₂), con un 46 % de nitrógeno en su composición, es uno de los fertilizantes más utilizados en la agricultura debido a su alta concentración y bajo costo por unidad de N.

Sin embargo, su uso requiere criterios técnicos precisos para evitar pérdidas por volatilización o lixiviación, especialmente en condiciones de alta temperatura y baja humedad.

¿Cuándo aplicar urea al maíz?

La demanda de nitrógeno por parte del maíz no es constante a lo largo del ciclo, sino que se incrementa progresivamente desde las primeras hojas hasta la floración.

Por ello, aplicar urea en el momento adecuado es determinante para lograr eficiencia y evitar pérdidas económicas.

Etapa inicial: emergencia a V3

Durante los primeros estadios, el consumo de nutrientes es relativamente bajo. En sistemas de baja a media tecnificación, se puede omitir la urea en esta fase.

No obstante, en esquemas de alta productividad, se recomienda incluir una fertilización de base que combine fósforo, potasio y nitrógeno, especialmente en suelos con bajo contenido de materia orgánica.

(Foto: Shutterstock)

Etapa vegetativa: V4 a V10

Entre los estadios V4 y V6 se produce un aumento en la tasa de absorción de nitrógeno, ya que el cultivo entra en una fase de crecimiento rápido.

La primera aplicación de urea debe realizarse en este momento, idealmente justo antes de una lluvia o riego para facilitar su incorporación al perfil del suelo.

Entre V7 y V10, el cultivo continúa su expansión foliar y comienza la diferenciación de estructuras reproductivas.

Aquí se recomienda la segunda aplicación de urea, ajustando la dosis en función del estado del cultivo y la disponibilidad de humedad.

Etapa reproductiva: VT a R1

El inicio de la floración (VT) marca el comienzo de la etapa reproductiva.

En cultivos con buen desarrollo y alto potencial, puede justificarse una tercera aplicación, especialmente si se busca mejorar el llenado de grano.

No obstante, esta aplicación debe realizarse con cuidado, ya que un exceso de nitrógeno en esta fase puede generar desequilibrios nutricionales o extender innecesariamente el ciclo del cultivo.

Métodos de aplicación de urea al maíz

El modo en que se aplica la urea también incide en su eficiencia. A continuación se presentan las técnicas más utilizadas:

Aplicación al voleo

Este método consiste en distribuir la urea de manera uniforme sobre la superficie del suelo, generalmente con maquinaria o manualmente en pequeñas parcelas.

Su principal ventaja es la rapidez de cobertura, pero requiere condiciones climáticas favorables (lluvia posterior o riego) para minimizar pérdidas por volatilización.

Para mejorar su eficiencia:

  • Aplicar en horas frescas del día.
  • Evitar suelos secos y días calurosos.
  • Complementar con prácticas como labranza mínima.
(Foto: Shutterstock)

Aplicación localizada

En este método, la urea se deposita en bandas paralelas a la línea de siembra, a una distancia de 5 a 10 cm lateral y a 5 cm de profundidad.

Esta técnica mejora la eficiencia del fertilizante y reduce el riesgo de pérdidas.

Es especialmente útil en cultivos mecanizados, riego por goteo o fertirrigación localizada, donde se puede ajustar la dosis con mayor precisión.

Fertilización fraccionada

Dividir la dosis total de urea en dos o tres aplicaciones permite ajustar el suministro de nitrógeno a la demanda real del cultivo.

Además, disminuye el riesgo de lixiviación en suelos arenosos o con lluvias abundantes.

Este enfoque es recomendable en sistemas intensivos, en híbridos de alto rendimiento y en regiones con lluvias variables durante el ciclo.

Consideraciones específicas según el tipo de maíz

El tipo de germoplasma influye en las necesidades nutricionales.

Las variedades criollas y nativas, adaptadas a condiciones locales, suelen tener una exigencia menor de nitrógeno, pero pueden responder positivamente a la aplicación de urea cuando se cultivan en suelos empobrecidos o con alta competencia de malezas.

En cambio, los híbridos comerciales, desarrollados para rendimientos más altos, requieren un manejo más intensivo y una fertilización más precisa.

(Foto: Shutterstock)

En estos casos, la aplicación de urea debe complementarse con otras fuentes de nutrientes, como fósforo, potasio, azufre y micronutrientes (por ejemplo, zinc o boro).

Dosis recomendadas de urea para maíz

La cantidad de urea a aplicar dependerá del análisis de suelo, la expectativa de rendimiento y el historial del lote. A modo referencial, se pueden considerar las siguientes dosis:

Rendimiento objetivo (t/ha)Nitrógeno requerido (kg/ha)Equivalente en urea (kg/ha)
4 – 680 – 120170 – 260
7 – 9140 – 180300 – 390
>10200 – 230435 – 500

Estas dosis deben ajustarse con base en análisis de suelo, considerando también la materia orgánica disponible y otros aportes de fertilización.

(Foto: Shutterstock)

Buenas prácticas para aplicar urea en maíz

  • Realizar análisis de suelo previo a la siembra.
  • Aplicar la urea en condiciones de humedad adecuada.
  • Usar inhibidores de ureasa en situaciones de riesgo de volatilización.
  • No mezclar urea con fertilizantes incompatibles como nitrato de calcio.
  • Incorporar al suelo siempre que sea posible, ya sea con labranza ligera o mediante riego posterior.
  • Incluir la urea dentro de un plan integral de fertilización, que contemple todos los nutrientes necesarios.

Recuerde que…

Comprender cómo aplicar urea al maíz de forma eficiente implica considerar no solo el tipo de fertilizante, sino también el momento de aplicación, la dosis y el método más adecuado según las condiciones del cultivo.

A través de una estrategia bien diseñada, es posible mejorar el rendimiento, optimizar el uso del nitrógeno y reducir pérdidas económicas y ambientales.

El enfoque debe adaptarse al tipo de maíz —criollo, nativo o híbrido—, al potencial productivo y a las características del entorno. La eficiencia en el uso del nitrógeno comienza con una planificación técnica, basada en datos concretos y manejos acordes a cada sistema productivo.

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