- Fósforo (P): favorece el desarrollo del sistema radicular, sobre todo, de las raíces secundarias.
- Calcio (Ca): ayuda a la elongación de las raíces y al desarrollo de nódulos en las leguminosas.
- Boro (B): impulsa el desarrollo de pelos radiculares y su deficiencia puede producir el síndrome de las raíces atrofiadas.
- Nitrógeno (N): ayuda en el alargamiento o crecimiento de las raíces, además de mejorar la actividad microbiana de la rizosfera.
- Sustancias húmicas y fúlvicas: estimulan la raíz, y se utilizan en los cultivos por sus efectos enraizadores.
- ¡Bonus! Los aminoácidos: ayudan a estimular la producción de las raíces, sobre todo en estrés abiótico y promueven una recuperación más rápida de raíces dañadas.
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