Un estudio reciente publicado en Science Advances ofrece una nueva mirada sobre uno de los procesos más influyentes en la historia humana: la transición del nomadismo a la agricultura en Europa.
La investigación, liderada por el equipo de la Universidad de Ginebra, revela que la llegada de los primeros agricultores desde Anatolia no resultó en una sustitución violenta, sino en una convivencia prolongada y un mestizaje gradual con las poblaciones autóctonas cazadoras-recolectoras.
Coexistencia y aumento gradual del mestizaje
Según el artículo en Phys.org, “la transición a la agricultura en Europa involucró la coexistencia de cazadores-recolectores y primeros agricultores migrantes desde Anatolia”.
Empleando simulaciones computacionales junto con datos genéticos antiguos, los investigadores concluyen que “la mezcla genética fue inicialmente rara pero aumentó localmente con el tiempo” a medida que los agricultores avanzaban por la ruta del Danubio hacia Europa central.
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Detalles del estudio y métodos
La investigación se basa en simulaciones generadas a partir de miles de escenarios genéticos, comparados con datos procedentes de 67 individuos prehistóricos de regiones donde cohabitaban ambas poblaciones.
A través de métodos estadísticos, el equipo liderado por Mathias Currat logró estimar los parámetros demográficos que mejor se ajustaban a los hallazgos.
Dinámicas demográficas y expansión agrícola
Uno de los hallazgos destacados es la clara ventaja demográfica de los agricultores, cuyo “tamaño poblacional efectivo era aproximadamente cinco veces mayor que el de los cazadores-recolectores”.
Además, algunos grupos agrícolas llevaron a cabo “saltos de migración de larga distancia”, lo que permitió acelerar su expansión hacia el norte y el oeste de Europa.
Interpretación histórica y nuevas perspectivas
Los autores concluyen que este periodo no puede entenderse como una “confrontación violenta ni reemplazo total”, sino como “una prolongada coexistencia con niveles crecientes de mestizaje”.
Esta perspectiva desafía modelos anteriores centrados en el reemplazo poblacional y ofrece una visión más matizada del proceso de Neolitización europea, donde la interacción y el intercambio genético jugaron un papel clave.
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Un estudio con valor metodológico
Aunque no se accedió directamente al texto completo del estudio, la cobertura de Phys.org ofrece citas claras y confiables.
Se destaca el uso combinado de “simulaciones por computadora y datos genéticos antiguos”, lo que permite mejorar la precisión y solidez del análisis.
Esta aproximación metodológica fortalece las conclusiones sobre la coexistencia prolongada entre ambos grupos humanos.
Perspectivas para la comprensión del Neolítico
La convergencia de datos genéticos, modelos computacionales y arqueología nos permite reconstruir con mayor detalle los procesos sociales y demográficos del pasado.
Este estudio demuestra que la agricultura no se impuso por la fuerza, sino que se expandió mediante interacciones continuas, en las que la mezcla entre grupos dio lugar a nuevas poblaciones y formas de vida.
Fuentes: Phys / Science Advances