Estos insectos pueden provocar la pérdida total o parcial de plántulas, disminución de la población inicial y, en infestaciones severas, la necesidad de resembrar, lo que implica mayores costos y retraso en el ciclo productivo.
Esta plaga pertenece a la familia Elateridae, cuyo nombre proviene del movimiento característico de sus adultos, que son capaces de impulsarse dando “saltos” cuando están boca arriba.
Sin embargo, el mayor daño al maíz lo ocasiona la fase larval, la cual es resistente, móvil y difícil de controlar.
En este artículo se abordarán las principales características de esta plaga, los síntomas de infestación, su ciclo biológico y las estrategias más efectivas para su manejo.
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Identificación del gusano de alambre
El término “gusano de alambre” hace referencia a las larvas de escarabajos conocidos como “clic” o “saltaperico”.
En maíz, los géneros más comunes son Agriotes, Aeolus spp. y Athous, todos con amplia distribución en zonas agrícolas de América Latina.
Características de la larva:
- Color: amarillo a café claro
- Forma: cuerpo cilíndrico y rígido, de textura dura
- Cabeza: oscura y bien diferenciada del resto del cuerpo
- Tamaño: de 1 a 4 cm de longitud según la edad
- Movilidad: activa en el suelo, especialmente en condiciones de humedad moderada y temperaturas templadas

Estas larvas pueden vivir de 2 a 6 años en el suelo, lo que les permite mantenerse activas incluso entre ciclos de cultivo, representando un riesgo continuo.
Conozca su género y especie
Especies más comunes de gusano de alambre en Centroamérica y México que atacan al maíz.
Género | Especie | Familia | Observaciones principales |
Agriotes | Agriotes lineatus | Elateridae | Amplia distribución; común en suelos con historial de pastos |
Agriotes | Agriotes sputator | Elateridae | Asociado a suelos húmedos y con alto contenido de materia orgánica |
Aeolus | Aeolus mellillus | Elateridae | Ataca principalmente en etapas iniciales de maíz |
Athous | Athous haemorrhoidalis | Elateridae | Prefiere suelos sueltos y aireados |
Conoderus | Conoderus vespertinus | Elateridae | Común en zonas cálidas; puede sobrevivir varios años en el suelo como larva |
Melanotus | Melanotus communis | Elateridae | Muy agresivo en suelos arcillosos; larvas grandes y resistentes |
Síntomas y daño en el cultivo
El daño por gusano de alambre en maíz suele observarse en los primeros 30 a 40 días después de la siembra, cuando las plántulas son más vulnerables.
Síntomas comunes:
- Plantas marchitas o muertas (“matas” secas) en parches irregulares
- Semillas cortadas o consumidas antes de germinar
- Raíces y tallos subterráneos con perforaciones visibles
- Retraso en el desarrollo de plantas sobrevivientes debido a la pérdida de raíces de absorción

Los daños son más severos en suelos con alta materia orgánica, praderas recién convertidas en áreas de cultivo y terrenos que han permanecido sin labranza por varios años.
Ciclo de vida del gusano de alambre
- Huevo: depositado en el suelo, cerca de las raíces de gramíneas o plantas hospedantes
- Larva: fase más prolongada y destructiva; se alimenta de raíces, semillas y tallos
- Pupa: transformación que ocurre en el suelo antes de la emergencia del adulto
- Adulto: escarabajo de vida relativamente corta que se alimenta de hojas y flores sin generar pérdidas económicas importantes

En climas templados o subtropicales, las larvas pueden permanecer en el suelo durante varios ciclos agrícolas, lo que dificulta su control.
Estrategias de control y manejo integrado
El manejo del gusano de alambre debe basarse en un Manejo Integrado de Plagas (MIP), combinando acciones preventivas y correctivas.
Control cultural
- Rotación de cultivos: alternar con especies no hospedantes como frijol, soya o hortalizas de hoja
- Labranza profunda: exposición de larvas y pupas a depredadores y condiciones adversas
- Eliminación de residuos: reducir la disponibilidad de alimento y refugio
- Preparación temprana del terreno: permite que larvas y pupas queden expuestas antes de la siembra
Control químico
En Centroamérica y México, el control químico se basa principalmente en tratamientos de semilla o aplicaciones en banda al momento de la siembra. Los ingredientes activos más utilizados incluyen:
- Clorpirifos (organofosforado): aplicado en dosis de 1.5 a 2.5 L/ha como tratamiento en banda o incorporado en el surco.
- Fipronil (fenilpirazol): común en tratamientos de semilla; dosis aproximada de 0.5 a 1 L/ha cuando se aplica en surco.
- Teflutrina (piretroide): utilizado en dosis de 0.3 a 0.5 L/ha en aplicaciones localizadas
- Tiociclan (insecticida de contacto e ingestión): usado en tratamientos de semilla, especialmente en híbridos de alto valor.
- Imidacloprid (neonicotinoide): aplicado como recubrimiento de semilla o en banda para protección inicial.
- Thiodicarb + Imidacloprid (carbamato + neonicotinoide): indicado para tratamientos de semilla; combina acción de contacto e ingestión, protegiendo contra gusano de alambre y otros insectos de suelo

Recomendaciones de uso:
- Aplicar de forma preventiva en lotes con historial de infestación
- Aplicar en la línea de siembra o directamente en la semilla para maximizar la protección de raíces
- Rotar ingredientes activos para evitar resistencia
- Cumplir con las dosis y regulaciones locales para proteger la salud y el ambiente
Control biológico
El uso de hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae, así como nematodos entomopatógenos (Steinernema y Heterorhabditis), ha mostrado eficacia en el control de larvas.
Estos agentes pueden aplicarse al suelo en momentos de mayor actividad larval, complementando el control químico.

Prevención: la clave para reducir el riesgo
- Monitorear el lote antes de sembrar mediante muestreos de suelo
- Revisar el historial agrícola del terreno para identificar zonas de riesgo
- Evitar siembras en suelos con alto contenido de residuos frescos y humedad excesiva
- Implementar rotaciones y prácticas de labranza adecuadas

Proteja su cultivo contra la plaga
El gusano de alambre en maíz es una plaga persistente y de difícil control una vez establecida.
Un enfoque integral que incluya prevención, manejo cultural, control biológico y aplicaciones químicas estratégicas es la mejor forma de proteger el potencial productivo del cultivo.
La anticipación y el monitoreo constante son las herramientas más efectivas para mantener esta plaga bajo control.