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Israel desarrolla caseína en papas: ¿el futuro de los lácteos?

febrero 28, 2025
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Una empresa israelí ha dado un giro innovador al proceso al utilizar papas como plataforma para fabricar caseína, la principal proteína de la leche. (Foto: AGFunderNews)

La producción de proteínas lácteas sin necesidad de animales ha sido una tendencia creciente en el mundo de la biotecnología alimentaria.

Sin embargo, una empresa israelí ha dado un giro innovador al proceso al utilizar papas como plataforma para fabricar caseína, la principal proteína de la leche.

Se trata de Finally Foods, una startup que ha emergido recientemente con el respaldo financiero de The Kitchen FoodTech Hub y la Autoridad de Innovación de Israel.

La biotecnología detrás de la leche sin vacas

La compañía fue fundada por la Dra. Basia J. Vinocur, exvicepresidenta de I+D en Evogene, una empresa de biología computacional, junto con Dafna Gabbay, quien anteriormente había liderado una startup dedicada a antimicrobianos basados en cobre.

La empresa utiliza tecnología de inteligencia artificial desarrollada por Evogene para acelerar y optimizar el proceso de producción de proteínas lácteas en papas.

“Definitivamente no vamos a ser una empresa B2C. Somos una empresa de ingredientes”, afirmó Gabbay en una entrevista con AgFunderNews, aclarando que su modelo de negocio se enfoca en proveer proteínas a otras empresas.

Actualmente, la compañía trabaja en el desarrollo de un sistema de expresión de proteínas y en la creación de protocolos de extracción.

Además, busca socios estratégicos para escalar su producción, inicialmente en Israel, donde Evogene ya dispone de invernaderos para las primeras pruebas.

A largo plazo, su objetivo es obtener aprobaciones regulatorias en Estados Unidos.

Agricultura molecular vs. fermentación de precisión

El uso de microorganismos para producir proteínas animales mediante fermentación de precisión es un enfoque común en la industria de los lácteos sin animales.

Sin embargo, esta y otras empresas en el campo de la agricultura molecular defienden que el cultivo de proteínas en plantas genéticamente modificadas podría ser más eficiente desde el punto de vista económico y operativo.

La principal ventaja, según la startup, es que las plantas requieren menos inversión en infraestructura y costos operativos que los sistemas de fermentación.

Pero también enfrentan retos regulatorios.

En Estados Unidos, por ejemplo, se ha advertido a las empresas que la producción de proteínas animales en cultivos genéticamente modificados, como la soja, requerirá una estricta gestión de alérgenos.

A pesar de que el cultivo de papas toma más tiempo que el crecimiento de microorganismos en fermentadores, las expertas utiliza modelos computacionales avanzados para predecir cómo los sistemas biológicos reaccionarán ante diferentes condiciones.

Esto permite reducir la necesidad de pruebas experimentales y optimizar el proceso antes de pasar al cultivo en el campo.

“Podemos simular los efectos de diferentes modificaciones en el crecimiento, desarrollo y niveles de expresión de proteínas en la papa para optimizar la tecnología antes de realizar pruebas en el mundo real”, explicó Gabbay.

¿Por qué papas y no soya o lechuga?

El uso de papas en lugar de otros cultivos no es casualidad.

Finalmente Foods sostiene que la extracción y purificación de caseína a partir de papas es un proceso más simple que en la soya, lo que reduce costos y complejidad.

Además, han diseñado variedades de papa específicamente pensando en la eficiencia del procesamiento.

“Nuestro objetivo no es suministrar al mercado una mezcla de proteínas de caseína junto con otras proteínas de la planta huésped”, señaló Vinocur.

“Produciremos caseína pura sin ADN del organismo genéticamente modificado, de modo que el producto final no sea considerado un OGM”, refirió.

En términos de sostenibilidad, la empresa también busca maximizar el aprovechamiento de los subproductos del proceso.

“Nuestra filosofía es utilizar la mayor cantidad posible de la planta. No queremos que las papas sean simplemente biorreactores desechables”, añadió Gabbay.

Producción simultánea de múltiples proteínas lácteas

Uno de los mayores retos de la producción de caseína en sistemas biológicos es lograr la expresión simultánea de sus cuatro tipos principales: alfa 1, alfa 2, beta y kappa.

En la leche de vaca, estas proteínas se organizan en micelas, junto con calcio y otros minerales.

En el caso de los sistemas de fermentación microbiana, cada proteína de caseína debe producirse por separado mediante cepas microbianas individuales.

En cambio, la agricultura molecular permite potencialmente generar varias proteínas en una misma planta.

“Para proteínas más complejas, la agricultura molecular es la mejor opción”, afirmó Gabbay, y continuó: “Nuestro objetivo es desarrollar variedades de papa que produzcan las cuatro proteínas de caseína en un solo cultivo”.

Si bien este objetivo aún no se ha alcanzado, la empresa confía en que su enfoque biotecnológico les permitirá lograrlo en el futuro.

El futuro de la agricultura molecular

El concepto de agricultura molecular ha ganado impulso en los últimos años, con múltiples startups explorando su potencial para producir proteínas animales sin necesidad de ganadería.

Empresas como Nobell Foods están desarrollando caseína en cultivos como la soya, mientras que Moolec Science planea vender proteínas vegetales con proteínas animales embebidas en su matriz para mejorar la textura de alternativas cárnicas.

El proceso de Finally Foods se basa en insertar genes específicos en el ADN de las papas para que produzcan caseína, transformándolas en fábricas vivas de proteínas.

A diferencia de otros enfoques de ingeniería genética utilizados en cultivos para mejorar su rendimiento o resistencia a enfermedades, la agricultura molecular convierte a las plantas en biorreactores para fabricar ingredientes de alto valor.

En términos de regulación, la producción de proteínas animales en cultivos modificados sigue siendo un área en evolución.

Algunos modelos de agricultura molecular utilizan modificaciones transgénicas permanentes, mientras que otros, como Forte Protein en EE. UU., emplean sistemas de expresión temporal, en los que los genes introducidos se activan temporalmente sin alterar permanentemente la genética de la planta.

¿El futuro de los lácteos?

Este enfoque representa un paso audaz en la evolución de la producción de proteínas lácteas alternativas.

Si logran escalar su tecnología y obtener las aprobaciones regulatorias necesarias, podrían revolucionar la industria de los lácteos sin animales al ofrecer una alternativa más sostenible y económicamente viable.

El reto ahora radica en demostrar que la producción de caseína en papas no solo es técnicamente factible, sino también competitiva frente a otros métodos, como la fermentación de precisión.

Con el respaldo de Evogene y el ecosistema de innovación israelí, la startup tiene una oportunidad para posicionarse como un actor clave en la industria de los ingredientes alimentarios del futuro.

Fuente: agfundernews.com

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