El cultivo de frijol (Phaseolus vulgaris) es uno de los más importantes y versátiles en la agricultura mundial.
Originario de América, específicamente de la región que hoy comprende México y Centroamérica, el frijol ha sido cultivado desde tiempos precolombinos y es una fuente vital de proteína en muchas dietas tradicionales.
Su nombre y variedades pueden ser diferentes, según el país o región en la que se cultive. Es conocido, además de frijol, como chícharo, habichuela, poroto, alubia, judía y caraota.
Aquí encontrará una guía sobre las mejores prácticas en el cultivo de frijol para los agricultores, abarcando desde la selección de semillas hasta la cosecha.
Suelo para el cultivo de frijol
El suelo ideal para el cultivo de frijol debe estar bien drenado y ser rico en materia orgánica.
Un pH óptimo para el frijol oscila entre 6.5 y 7.5. Es fundamental realizar análisis de suelo para ajustar los niveles de nutrientes y asegurar un crecimiento vigoroso de las plantas.

Preparación del suelo
- Labranza profunda: Mejora la aireación y permite una mejor penetración de las raíces.
- Incorporación de materia orgánica: Aumenta la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes.
- Enmiendas de cal: Ajustan el pH del suelo si es necesario.
Elección de semilla de frijol
La elección de las semillas es un factor determinante en el éxito del cultivo. Es recomendable optar por semillas certificadas y de alta calidad.
Las variedades híbridas suelen ofrecer resistencia a enfermedades y mejores rendimientos, aunque también existen variedades tradicionales que pueden ser adecuadas, según las condiciones específicas del cultivo.
Asimismo, existen varios tipos de semillas que pueden agruparse de la siguiente forma:
- Semillas híbridas: Ofrecen alta productividad y resistencia a enfermedades.
- Semillas tradicionales: Preservan la biodiversidad y suelen ser más adaptables a condiciones locales.
- Semillas orgánicas: Producidas sin el uso de químicos.
Siembra
La siembra de frijol puede realizarse de manera directa en el campo, ya que esta es la práctica más común debido a la facilidad y eficiencia del proceso.
Esta requiere una preparación cuidadosa del suelo y un manejo riguroso del riego y la protección contra plagas.
2 formas de realizar la siembra
- Siembra directa: Requiere un suelo bien preparado y un manejo intensivo del riego. Es la forma más común y eficiente de sembrar frijol.
- Semillero: Aunque menos común para frijol, puede permitir un control preciso de las condiciones iniciales y facilitar el manejo de plántulas en algunos casos específicos.

Etapa vegetativa del cultivo de frijol
Durante la etapa vegetativa, el frijol desarrolla su sistema radicular y su estructura foliar. En esta fase, se debe considerar un buen manejo del riego y la fertilización para promover un crecimiento equilibrado.
La poda y el soporte de las plantas pueden ser necesarios para garantizar una adecuada ventilación y exposición a la luz solar.

Manejo de la etapa vegetativa
- Poda: Aunque menos común en frijol, puede ser útil para eliminar brotes innecesarios y mejorar la ventilación.
- Soporte: Utilizar estacas o redes para sostener las plantas trepadoras y facilitar la exposición a la luz solar.
- Control de riego: Mantiene una humedad constante sin encharcamientos.

Etapa reproductiva
La etapa reproductiva abarca desde la floración hasta la formación de las vainas de frijol.
En esta fase, es importante un manejo adecuado del riego y la fertilización para asegurar un buen cuajado y desarrollo de las vainas.
El control de plagas y enfermedades también es crucial para evitar pérdidas en la producción.

3 consejos para el manejo de la etapa reproductiva
- Polinización: Asegurar la presencia de polinizadores naturales o utilizar técnicas manuales si es necesario.
- Riego controlado: Evitar el estrés hídrico para mejorar el cuajado de vainas.
- Nutrición equilibrada: Mantener un balance adecuado de nutrientes para soportar el desarrollo de las vainas.
Cosecha
La cosecha del frijol debe realizarse cuando las vainas alcanzan el grado de madurez deseado, lo cual puede variar según el tipo de comprador o mercado objetivo.
La recolección debe hacerse con cuidado para evitar daños en las vainas y semillas, y es recomendable realizarla en las horas más frescas del día.

Técnicas de cosecha
- Manual: Permite una selección precisa y cuidadosa de las vainas.
- Mecánica: Adecuada para grandes superficies, aunque puede dañar algunas vainas y semillas.
- Poscosecha: Manipulación adecuada para minimizar pérdidas y mantener la calidad.
Fertilización en el cultivo de frijol
La fertilización del frijol debe basarse en las necesidades específicas de la planta y en los resultados de los análisis de suelo.
Los nutrientes clave incluyen nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), además de micronutrientes como calcio (Ca), magnesio (Mg) y hierro (Fe).
Es recomendable el uso de fertilizantes orgánicos y la aplicación de enmiendas orgánicas para mejorar la fertilidad del suelo.

Programa de fertilización
Las aplicaciones de abonos orgánicos y minerales en presiembra son eficaces, además de la suplementación con nitrógeno (N) para promover el desarrollo foliar en etapas iniciales.
Durante la floración y formación de vainas, es importante el aporte de fósforo (P) y potasio (K) para mejorar el cuajado y desarrollo de las vainas.
Manejo de malezas
El manejo de malezas es fundamental para reducir la competencia por nutrientes y agua en el cultivo de frijol.
Las prácticas recomendadas incluyen el uso de acolchados, la rotación de cultivos y el control manual o mecánico.
Los herbicidas pueden ser una opción, pero deben usarse con precaución para evitar daños al cultivo.
> Conozca más de este tema aquí: Malezas en frijol→

3 estrategias eficaces de control
Las buenas prácticas en el cultivo de frijol buscan incorporar estrategias para controlar las malezas, aquí destacan:
- Acolchado: Reduce la germinación de malezas y conserva la humedad del suelo.
- Control manual: Arranque de malezas de manera regular.
- Herbicidas: Uso controlado para evitar la resistencia y daños al cultivo.
Plagas
Las plagas del frijol incluyen insectos como el gorgojo del frijol, los pulgones y los gusanos.
Es imperante implementar un programa de manejo integrado de plagas (MIP) que combine métodos biológicos, culturales y químicos para mantener las poblaciones de plagas bajo control.
Principales plagas
El cultivo de frijol, como cualquier otro, está expuesto al ataque e infestación de plagas. Entre estas, hay algunas que son más comunes en la región.
- Gorgojo del frijol: daños directos a las semillas almacenadas.
- Pulgones: succionan la savia y transmiten virus.
- Gusanos: daños en hojas y vainas, afectando la calidad y el rendimiento.
> Lea este tema completo: Principales plagas del frijol→

Estrategias de control
- Control biológico: Uso de enemigos naturales como avispas parasitoides y hongos entomopatógenos.
- Prácticas culturales: Rotación de cultivos y eliminación de residuos vegetales.
- Control químico: Aplicación de insecticidas específicos en caso de infestaciones severas.
Enfermedades del cultivo de frijol
Las enfermedades del cultivo de frijol pueden ser causadas por hongos, bacterias o virus. Estas causan daños que pueden incidir en la calidad y el rendimiento de la cosecha.
Se presentan de diversas formas, y su detección a tiempo evita pérdidas a futuro. Entre las más comunes se encuentran:
> Explore a profundidad este tema: Enfermedades del frijol→
Enfermedades fúngicas
- Antracnosis: Manchas oscuras en vainas y hojas, causada por Colletotrichum lindemuthianum.
- Tizón común: Manchas acuosas y necróticas en hojas y vainas, causado por Pseudomonas syringae pv. phaseolicola.
- Mildiu: Manchas amarillas en hojas, causadas por Peronospora manshurica.
- Oídio: Polvo blanco en hojas, causado por Erysiphe polygoni.
- Fusarium: Marchitamiento de plantas, causado por Fusarium oxysporum.
- Rizoctonia: Pudrición del cuello de la planta, causada por Rhizoctonia solani.
- Podredumbre de la raíz: Causada por Pythium spp. y Rhizoctonia solani.

Enfermedades virales
- Virus del mosaico común del frijol (BCMV): Moteado y distorsión de hojas.
- Virus del mosaico amarillo del frijol (BYMV): Hojas amarillentas y deformadas.
- Virus del mosaico de la judía (BMV): Manchas amarillas y deformaciones en hojas.


Estrategias de control
- Resistencia genética: Uso de variedades resistentes.
- Prácticas culturales: Rotación de cultivos y eliminación de plantas infectadas.
- Control químico: Fungicidas específicos para enfermedades fúngicas.
Rotación de cultivos
La rotación de cultivos es importante para mantener la salud del suelo y prevenir la acumulación de patógenos y plagas.
Se recomienda alternar el cultivo de frijol con otros cultivos no leguminosos, como hortalizas o cereales, como el maíz.
Esta práctica mejora la estructura del suelo, reduce la incidencia de enfermedades y puede aumentar el rendimiento de las cosechas.

Beneficios de la rotación de cultivos
- Mejora la fertilidad del suelo: Diferentes cultivos aportan distintos nutrientes al suelo.
- Reducción de plagas y enfermedades: Al cambiar de cultivo, se interrumpe el ciclo de vida de muchas plagas y enfermedades.
- Control de malezas: La alternancia de cultivos dificulta el establecimiento de malezas específicas.
¿Qué sistema de riego se utiliza para el frijol?
El riego adecuado es fundamental para el desarrollo saludable del frijol.
La frecuencia y la cantidad de agua dependerán del tipo de suelo y del clima, pero en general, se recomienda un riego profundo y regular para mantener una humedad constante.
Evitar el exceso de agua es importante para prevenir enfermedades como la pudrición de la raíz y el mildiu.
Métodos de riego
Existe diversidad de métodos de riego en la agricultura moderna; sin embargo, los más utilizados en el cultivo de frijol son:
- Riego por goteo: Proporciona agua directamente a la zona de las raíces, reduciendo la evaporación y el desperdicio.
- Riego por aspersión: Simula la lluvia natural, pero puede favorecer la proliferación de enfermedades fúngicas.
- Riego por surcos: Adecuado para grandes superficies, aunque menos eficiente en el uso del agua.

Cultivo de frijol: consejos adicionales
El cultivo de frijol requiere de una planificación cuidadosa y un manejo riguroso de todos los factores involucrados, desde la preparación del suelo hasta la cosecha.
Siguiendo las prácticas adecuadas, es posible obtener rendimientos elevados y de alta calidad, contribuyendo así a la sostenibilidad y rentabilidad de la explotación agrícola.