La pudrición blanca es una de las enfermedades más devastadoras en el cultivo de cebolla.
Producida por el hongo Sclerotium cepivorum, esta enfermedad puede ocasionar pérdidas graves si no se detecta y controla a tiempo.
En este artículo, exploraremos cómo identificar esta patología, las mejores estrategias para eliminar y controlar su propagación, y qué ingredientes activos son más eficaces en su tratamiento.
¿Qué es la pudrición blanca en cebolla?
La pudrición blanca es una enfermedad fúngica que afecta principalmente a cultivos de cebolla, ajo y otras plantas de la familia Allium.

El hongo responsable, Sclerotium cepivorum, se encuentra en el suelo y ataca las raíces de las plantas, provocando su descomposición.
Continúe explorando: Principales enfermedades de la cebolla→
Ciclo de vida del hongo Sclerotium cepivorum
Este hongo puede sobrevivir en el suelo durante años en forma de esclerocios (estructuras de resistencia), lo que lo hace especialmente difícil de eliminar.
Una vez que el hongo entra en contacto con las raíces de la cebolla, comienza a desarrollarse y afecta la planta desde la base, causando síntomas como el marchitamiento y el amarillamiento de las hojas.
Síntomas de la pudrición blanca en cebolla
Los primeros signos de la pudrición blanca suelen ser sutiles, pero a medida que la infección avanza, los síntomas se vuelven más evidentes. Entre los principales síntomas se incluyen:
- Marchitamiento y amarillamiento de las hojas: las hojas comienzan a perder su color y se marchitan desde la punta hacia la base.
- Descomposición de las raíces y el bulbo: la pudrición avanza hacia el bulbo, causando una textura blanda y descompuesta.
- Presencia de un micelio blanco: este hongo forma una capa blanca y algodonosa alrededor de la base de la planta y las raíces.

Cómo controlar la pudrición blanca en cebolla
Controlar la pudrición blanca requiere la implementación de varias estrategias para minimizar su impacto.
1. Rotación de cultivos
El uso de rotación de cultivos con plantas que no pertenezcan a la familia Allium es una práctica clave para reducir la presencia de esclerocios en el suelo.
Idealmente, se deben evitar cultivos de cebolla o ajo en la misma parcela durante al menos 4 a 6 años.

2. Solarización del suelo
La solarización consiste en cubrir el suelo con plásticos transparentes durante el verano, lo que aumenta la temperatura y ayuda a eliminar patógenos del suelo, incluidos los esclerocios de Sclerotium cepivorum.
Es una técnica eficaz en climas cálidos.

3. Uso de fungicidas específicos
El uso de fungicidas adecuados puede ser una herramienta eficaz para el control de la pudrición blanca.
Es importante seleccionar productos cuyo ingrediente activo sea efectivo contra Sclerotium cepivorum.
Aquí se presentan algunos de los ingredientes activos más recomendados:
- Fluazinam: fungicida preventivo con acción duradera que interfiere en la respiración celular del hongo.
- Tebuconazol: fungicida sistémico eficaz para el tratamiento y la prevención de infecciones. Actúa interfiriendo en la biosíntesis de ergosterol, componente clave de la membrana del hongo.
- Boscalid: este fungicida tiene una acción específica que inhibe la respiración mitocondrial del hongo, lo que le impide desarrollarse.
- Pyraclostrobin: pertenece a la clase de fungicidas estrobilurinas y actúa sobre la respiración mitocondrial del hongo, proporcionando control preventivo.
- Metil tiofanato: fungicida sistémico con acción curativa que inhibe el crecimiento micótico en los cultivos infectados.
- Ciprodinil: fungicida sistémico que actúa en las etapas iniciales del ciclo de vida del hongo, ofreciendo protección preventiva y curativa.

Es fundamental realizar aplicaciones preventivas y seguir las instrucciones del fabricante para garantizar la eficacia del tratamiento.
Estos fungicidas se deben combinar con buenas prácticas agrícolas para evitar la aparición de resistencia.
4. Aplicación de agentes biológicos
Existen agentes biológicos que pueden ayudar a controlar la pudrición blanca, como hongos antagonistas que atacan a Sclerotium cepivorum.
El uso de Trichoderma spp. es una opción viable en estrategias de manejo integrado, ya que estos hongos benéficos compiten con el patógeno y reducen su capacidad de infección.

3 formas de prevenir la pudrición blanca
Prevenir la aparición de la pudrición blanca es más efectivo que tratar una infección establecida.
Algunas medidas preventivas incluyen:
1. Uso de material vegetal limpio
Asegurarse de que el material de siembra esté libre de esporas de Sclerotium cepivorum es vital. Utilizar bulbos certificados y libres de enfermedades puede reducir considerablemente el riesgo de infección.
2. Evitar exceso de humedad
La pudrición blanca prospera en suelos húmedos y mal drenados. Es fundamental implementar un adecuado sistema de drenaje y evitar el riego excesivo, ya que el exceso de agua favorece la propagación del hongo.

3. Desinfección de herramientas
Las esporas de Sclerotium cepivorum pueden adherirse a las herramientas agrícolas y transferirse a diferentes áreas del cultivo.
Desinfectar las herramientas y la maquinaria es una medida esencial para prevenir la diseminación de esta enfermedad.
Eliminación de plantas infectadas
Cuando se detecta la pudrición blanca en cebolla, es importante eliminar rápidamente las plantas infectadas.
Estas deben ser retiradas junto con una porción del suelo circundante para evitar que el hongo se propague.

No se recomienda compostar las plantas infectadas, ya que esto puede permitir que el hongo sobreviva y se reintroduzca en el campo.
Importancia de controlar esta enfermedad
La pudrición blanca en cebolla es una enfermedad grave, pero con la implementación de buenas prácticas agrícolas, como la rotación de cultivos, la solarización y el uso adecuado de fungicidas y agentes biológicos, es posible controlar su impacto.
Prevenir su aparición mediante la correcta gestión del riego, el uso de material vegetal limpio y la desinfección de herramientas es clave para mantener los campos libres de esta amenaza.