Un avance revolucionario en la agricultura ha sido liderado por científicos latinoamericanos, específicamente de Argentina, quienes desarrollaron mapas de rendimiento agrícola.
Estos proporcionan información detallada y precisa sobre la productividad de tres de los cultivos de granos más importantes a nivel mundial: maíz, trigo y arroz.
Esta herramienta innovadora, que utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático, ha sido destacada por la revista científica Nature Food y promete mejorar la toma de decisiones de los productores en todo el mundo.
Una herramienta clave para la agroindustria
Argentina, siendo un país cuyo sector agroindustrial representa una de las principales fuentes de ingresos por exportación, se ha beneficiado especialmente de este avance.
Esta herramienta ayuda a los productores locales y ofrece un valor agregado a nivel global.
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Tal como se señaló, esta creación permite a los productores realizar decisiones más conscientes y fundamentadas, mejorando el producto final en términos de calidad y cantidad.
Aprendizaje automático
El proyecto fue liderado por Fernando Aramburu-Merlos, ingeniero agrónomo e investigador del Instituto de Innovación para la Producción Agropecuaria y el Desarrollo Sostenible (IPADS), dependiente del INTA y el CONICET, con sede en Balcarce.
El equipo de Aramburu-Merlos trabajó junto a Patricio Grassini, un ingeniero agrónomo argentino y director de la tesis posdoctoral de Aramburu-Merlos en la Universidad de Nebraska-Lincoln.
Con el uso de aprendizaje automático y el análisis de grandes volúmenes de datos, el equipo logró completar el Atlas Global de Brechas de Rendimiento, una base de datos global que predice con precisión el rendimiento potencial de estos cultivos en diversas regiones del mundo, incluso en aquellas donde la información agrícola era escasa o inexistente.
Según la Agencia CyTA, dependiente del Instituto Leloir, esta herramienta “consiguió realizar predicciones precisas y mapas de alta resolución para las zonas del mundo respecto de las que no había información a partir de los datos que sí estaban disponibles”.
El potencial de rendimiento a escala global
El desarrollo científico ha sido descrito como un “metamodelo” que permite la incorporación de grandes cantidades de datos y facilita un análisis preciso.
Este enfoque ayuda a los agricultores a evaluar el potencial de rendimiento de sus tierras en función de la geografía y las condiciones climáticas locales.
Aramburu-Merlos destacó la precisión del sistema, mencionando que los errores en las predicciones estuvieron en un rango de 15 % a 20 %, lo cual es considerado un margen aceptable en este tipo de estimaciones.
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Grassini, por su parte, expresó su entusiasmo sobre los resultados obtenidos: “Ahora podemos estimar el potencial de rendimiento de cada terreno de cultivo en todo el mundo”.
Asimismo, afirmó que los resultados ofrecen una oportunidad fantástica para que los agricultores puedan tomar como punto de referencia su productividad actual y para orientar la intensificación sostenible de los sistemas agrícolas a nivel mundial.
Impacto en la sostenibilidad agrícola
Uno de los aspectos más valiosos de estos mapas es que permiten a los productores evaluar la brecha de rendimiento: la diferencia entre lo que están obteniendo y lo que podrían obtener con las mejores prácticas agronómicas.
“Saberlo es importante porque permite establecer la brecha entre lo que se obtiene y lo que se podría obtener con las mejores prácticas”, explicó Aramburu-Merlos.
Además, esta herramienta ayuda a identificar oportunidades no explotadas en las tierras de cultivo actuales.
Esto es vital para orientar las inversiones hacia aquellas áreas con mayor potencial de respuesta productiva, lo cual es relevante en un contexto global donde la demanda de alimentos sigue creciendo.

Un sistema disponible para todos
El Atlas Global de Brechas de Rendimiento no solo es una herramienta valiosa para los agricultores, sino también para gobiernos, organizaciones internacionales y fundaciones benéficas.
Aramburu-Merlos subrayó que “la nueva posibilidad de estimar el potencial de rendimiento ofrece a los gobiernos (…) un enfoque transparente y objetivo para comprender dónde existen las mayores oportunidades para mejorar los rendimientos”.
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Lo más destacado es que esta herramienta está disponible de manera gratuita a través del sitio yieldgap.org, lo que permite a cualquier productor o investigador acceder a los mapas de rendimiento y utilizarlos con programas de sistemas de información geográfica (GIS).
De esta manera, se democratiza el acceso a la información, facilitando su uso en todo el mundo.
Avance único
La creación de estos mapas de rendimiento agrícola es un avance importante en la optimización de la producción agrícola a nivel global.
Este desarrollo, que combina el uso de inteligencia artificial, análisis de datos y el conocimiento agronómico, no solo mejora la productividad, sino que también proporciona una herramienta clave para la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
Gracias a los científicos argentinos, ahora los agricultores de todo el mundo pueden tomar decisiones más informadas y maximizar el rendimiento de sus cultivos, contribuyendo al aumento de la disponibilidad de alimentos y la seguridad alimentaria global.
Fuente: perfil.com