El cultivo de zanahoria (Daucus carota) es fundamental en la agricultura por su valor económico y nutricional. Sin embargo, es susceptible a diversas enfermedades que pueden comprometer su producción.
Este artículo proporciona una guía sobre las principales enfermedades de la zanahoria, enfocándose en las enfermedades fúngicas, bacterianas y virales.
También se aborda el control biológico y químico, así como prácticas de manejo recomendadas.
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Enfermedades fúngicas
Las enfermedades fúngicas son las más comunes en el cultivo de zanahoria y pueden causar pérdidas importantes si no se manejan adecuadamente.
Podredumbre de la raíz (Pythium spp.)
Este hongo del suelo, perteneciente al género Pythium, provoca la enfermedad conocida como “podredumbre de la raíz“.
Se manifiesta mediante manchas elípticas en las raíces, que se oscurecen y se hunden a medida que la enfermedad avanza. Las condiciones de humedad elevada y suelos con alta materia orgánica favorecen su desarrollo.

Manejo y control
La rotación de cultivos y el drenaje adecuado del suelo ayudan a prevenir esta enfermedad. Los tratamientos con metalaxil o etridiazol han mostrado ser efectivos para su control.
Quemadura de la hoja (Alternaria dauci)
Alternaria dauci es responsable de la quemadura de la hoja, una enfermedad que se presenta principalmente en climas cálidos y húmedos.
Los síntomas iniciales incluyen manchas parduzcas en las hojas, que eventualmente se agrandan y pueden llevar a la defoliación.
> Conozca más de: Alternaria dauci en la zanahoria→

Manejo y control
La rotación de cultivos y la eliminación de restos vegetales son medidas preventivas clave. Fungicidas a base de mancozeb o clorotalonil son efectivos cuando se aplican al inicio de los síntomas.
Oídio (Erysiphe heraclei)
El oídio, también conocido como “blanquilla”, se presenta como un polvo blanco sobre las hojas, que causa necrosis y eventual defoliación. Esta enfermedad es más prevalente en climas cálidos y secos.
> Amplíe esta información aquí: Oídio de la zanahoria→

Manejo y control
La aplicación de azufre o fungicidas específicos como el triadimefon puede controlar eficazmente el oídio. Es importante también mantener una buena ventilación en el cultivo para reducir la humedad en el follaje.
Enfermedades bacterianas de la zanahoria
Las enfermedades bacterianas, aunque menos comunes que las fúngicas, pueden ser devastadoras.
Tizón bacteriano de la hoja (Xanthomonas hortorum pv. carotae)
Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de manchas cloróticas en las hojas que eventualmente se tornan necróticas. Se desarrolla principalmente en condiciones de alta humedad y temperaturas superiores a 25 °C.

Manejo y control
Para prevenir esta enfermedad, es importante usar semillas sanas y evitar cultivos consecutivos de zanahoria en la misma parcela.
Tratamientos con cobre, como oxicloruro de cobre, pueden ser efectivos en la contención de la enfermedad.
Podredumbre blanda de la raíz (Erwinia carotovora)
Causada por Erwinia carotovora, esta enfermedad provoca la desintegración acuosa de las raíces, especialmente en condiciones de alta humedad y temperaturas elevadas. Es común en zanahorias almacenadas.

Manejo y control
La prevención es clave, evitando daños mecánicos en las raíces durante la cosecha y minimizando la humedad en los almacenes.
Los tratamientos con bactericidas a base de oxitetraciclina pueden ayudar a controlar esta enfermedad.
Enfermedades virales
Las enfermedades virales en zanahoria son menos frecuentes pero pueden ser difíciles de manejar debido a la ausencia de tratamientos curativos.
Amarillamiento del áster
Este fitoplasma es transmitido por insectos como las chicharritas. Los síntomas incluyen el amarillamiento y deformación de las hojas, y la formación de raíces secundarias anormales.


Manejo y control
El control de vectores mediante insecticidas como el imidacloprid y la eliminación de malas hierbas son las principales estrategias para prevenir esta enfermedad.
Estrategias de las enfermedades de la zanahoria
El manejo eficaz de las enfermedades de la zanahoria requiere una combinación de métodos culturales, biológicos y químicos:
- Control biológico: introducción de microorganismos antagonistas como Trichoderma spp., que pueden reducir la incidencia de enfermedades fúngicas.
- Rotación de cultivos: evitar plantar zanahorias en la misma parcela durante al menos tres años para interrumpir los ciclos de patógenos.
- Uso de semillas certificadas: asegurarse de que las semillas estén libres de patógenos como Xanthomonas y fitoplasmas.
- Aplicación de fungicidas e insecticidas: seguir las recomendaciones de productos registrados y aprobados por las autoridades locales, asegurando un uso adecuado y seguro.
El manejo de las enfermedades en el cultivo de zanahoria exige un enfoque preventivo y una intervención oportuna.
La comprensión de los ciclos de vida de los patógenos y la implementación de prácticas agrícolas adecuadas son fundamentales para asegurar una producción sana y rentable.