La trazabilidad es precisamente seguir el proceso de evolución de cada etapa de un producto, lo que en agricultura es vital y hasta mandatorio en ciertos países para aceptar las importaciones. Si deseamos que se nos abran las puertas del mercado regional y global, debemos sistematizar la trazabilidad de nuestros cultivos.
Se encuentran abundantes opciones para enfrentar este desafío, inclusos existe software y herramientas digitales que facilitan la captura y resguardo de la información, desde que se prepara la tierra para sembrar hasta que el producto llega al distribuidor y consumidor final.
Como parte del sector agrícola es innegable nuestra contribución al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lo que nos integra a un esfuerzo global, por lo que necesitamos tecnificarnos para alinearnos con los requerimientos internacionales que respalden.